Aquarium Mare Nostrum

Hechos imaginarios, al alcance de su bolsillo

domingo, 17 de junio de 2007

Salud

Te podría dedicar miles de lineas, pero tan sólo diré que el breve espacio que nos unía era una de las más grandes presencias en toda mi vida. Tu luz no sólo se derramaba por nuestra familia, siempre había alguien que podía reconocer tu presencia y valorarla...no faltaba el recién llegado que quedaba encantado de tu prestancia y de tu humor.

Jamás noté lo mucho que el cielo se reflejaba en ti. Jamás notamos tus debilidades. Fuiste el mejor. Fuiste un amigo.

Hasta siempre...se que nos estás esperando donde quiera que nos vayamos a encontrar. Y volveremos a reirnos, sin lágrimas en los ojos, como te estoy recordando en este mismo momento.

Escrito por Leprosy | 19:30 | 0 comentario(s)

sábado, 9 de junio de 2007

El campo

Teníamos poco tiempo para volar, para recordar y para escuchar. Miraba a mi alrededor la púrpura alfombra que cubría todo el suelo y me eché a reir...a lo lejos se escuchaban las voces del campo, de los parientes lejanos en el tiempo y en el espacio. Los ladridos de un perro, el olor a fruta y la sensación de que un sol enorme y radiante nos permitiría lanzarnos de cabeza al río.

Sentí un abrazo cálido, mientras me rodeaba una suave sensación de calma. Sentí olor a café con leche. A lo lejos vi un grupo de gatos, unas cabañas...una ola de recuerdos.

Te dije que subiéramos. Te lo repetí mientras desordenaba mis ideas contemplando este milagro. Observé como sacudías tu cabello, te abracé y contemplé tu sonrisa iluminada por miles de flores violetas. Mi tía a lo lejos agitaba su brazo. 2 lágrimas cubrían mis mejillas, mientras no podía parar de sonreir.

Y ya no temblabas. Ni temías. Tan solo podíamos ver todo lo que quisiéramos y nada nos haría daño mientras nos acompañáramos. Mientras nuestras manos estuvieran juntas, nada malo podría pasarnos.

Y volvías a sonreir. Quiero que sonrías, que sonrías siempre. Quiero ver que tu rostro se ilumine y no deje nunca de brillar.

Escrito por Leprosy | 19:14 | 1 comentario(s)

martes, 5 de junio de 2007

Y ahora finalmente veo el camino recorrido, veo hitos y triunfos. Algunas derrotas, pero mas sabores agradables que quizás nunca reconocí salvo ahora, que me los arrojan de golpe. Un cálido apretón de manos y hacia arriba, repleto de papeles multicolores, de imágenes dando vuelta, de mareos y de nubes de cálido y burbujeante café al ritmo del piano mágico, que salpica luces y color a las almas de miles de espectadores.

Veo un abrazo a lo lejos.

Escrito por Leprosy | 17:26 | 0 comentario(s)

viernes, 1 de junio de 2007

El estanque de la plaza

No conocía mayor alegría que la de los atardeceres que se reflejaban en el estanque de la plaza. Al observar el sucio estanque, podía concentrarse y ver lo que la demás gente apenas si podía vislumbrar, mientras pisaban el duro suelo. Al asomarse al bullicioso líquido, se podían ver los colores que goteaban de las nubes, que se enredaban por encima de los edificios y se mezclaban en un movimiento incesante. Esa era dicha, su secreto.

Por las tardes cuidaba los autos que se estacionaban en las calles aledañas a la plaza. A mediodía, su bolsillo se llenaba de gentiles propinas que le permitían comprar algo para comer en el negocio de la esquina. Por las tardes, continuaba vigilando los autos, mientras a ratos se sentaba a contemplar las bellas formas en el agua. Otros pasatiempos incluían patear piedras, observar los colores de las hojas que tocaban el húmedo concreto y en elevar volutas de humo hacia el aire. Sus ojos se posaban en los de la gente, mientras imaginaba los pensamientos que cada persona tendría. Observaba continuamente su andar, sus vestidos y la configuración de los pasos, incapaz de relacionar aquel ritmo, aquella cadencia, con la que formaba su diario existir.

Al tocar el agua con su dedo índice, miles de ondas llenaron de formas el estanque. Miles de colores que formaron escenas de su pasado, presente y futuro. Vidas interminables, acontecimientos desgarradores, impulsos. Una estrella, cientos de constelaciones y contrastes nebulosos.

Al arrastrar su mano por el agua, solo puede sonreir, en medio de una ciudad que avanza hacia una nueva época, que se puebla de autos y que entrega un cadencioso andar a sus habitantes, que marchan impertérritos, frente a un estanque en medio de una plaza.

Escrito por Leprosy | 15:42 | 0 comentario(s)

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